Carpa pabellón: ¿merece la pena adquirir una para mi negocio?

La compra de una carpa pabellón puede ser un quebradero de cabeza para algunos. Las dudas pueden asaltarnos y eso puede hacer que perdamos una gran oportunidad. Porque, siendo sinceros, en determinadas ocasiones, una carpa pabellón puede llegar a salvar nuestro negocio. ¿Crees que exageramos? Pues sigue leyendo y verás como no es así.

¿Por qué comprar una carpa pabellón para mi negocio?

 

Carpa pabellón

A pesar de que seamos expertos en carpas, somos conscientes de que no todos los negocios pueden necesitar una carpa tipo pabellón. Son carpas que requieren de una cierta capacidad de inversión. También necesitan de un terreno amplio donde instalarse. Por ello, lo más normal es que solo sea interesante para empresas de un cierto tamaño y nivel de facturación. Ahora bien, si tu empresa es de tamaño medio o grande y puede plantearse inversiones a corto plazo, sigue leyendo.

Ventajas que una carpa pabellón puede ofrecer a mi negocio

La primera de todas es el tiempo de ejecución. Si tu negocio necesita espacio útil para expandirse y mejorar sus ratios de facturación, una carpa grande tipo pabellón es perfecta. No en vano, puede estar operativa en unas pocas semanas. Esto no ocurre con la construcción de una nave tradicional. La operación puede llevar meses o incluso años, dependiendo del tamaño y zona donde se ubique.

Otra ventaja es la versatilidad. Una nave industrial al uso o cualquier construcción permanente debe planificarse con mucho cuidado. Podemos invertir una gran cantidad de dinero y quedarnos sin espacio si no hemos previsto la evolución de nuestro negocio. Por el contrario, una carpa grande pabellón es fácilmente ampliable. Al ser carpas de tipo modular, podemos añadir módulos o instalar una carpa adyacente, ampliando el espacio útil fácilmente.

La tercera gran ventaja es la inversión. Una carpa grande requiere de una inversión importante, no vamos a negarlo. Pero si la comparamos con lo que se requiere para una nave industrial, la diferencia es abismal. Una carpa de tipo pabellón es infinitamente más barata que una nave industrial. Además, tiene un mercado de segunda mano ciertamente interesante. De este modo, si utilizamos nuestra carpa durante unos años y esta está en buen estado, podemos revenderla, recuperando parte de la inversión inicial. Lógicamente, una nave industrial también puede revenderse y por un precio mucho mayor que una carpa pabellón. Pero probablemente necesitemos de más tiempo para conseguir un comprador. Si queremos liquidez casi inmediata, con una carpa grande podemos tenerla en un plazo de tiempo corto.

¿Qué te parece? ¿Crees que las carpas pabellón pueden ser una solución para tu negocio? Si es así, ponte en contacto con nosotros. Nuestros expertos en carpas te asesorarán.

 

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