Todos hemos oído hablar del síndrome postvacacional. Pero muchos pensábamos que era un invento. No obstante, los médicos no están de acuerdo y lo analizan como un estado real. Por eso, ahora que casi todos estamos ya en nuestros puestos de trabajo, vamos a hablar un poco de él. Para aquellos que hayan aguantado estoicamente en el trabajo durante estos meses…¡disfrutad del descanso!
¿Qué es el síndrome postvacacional?
El síndrome postvacacional no es una enfermedad como tal. Es más bien un trastorno temporal. Los síntomas son similares al estrés. No en vano, este síndrome tiene especial relevancia en personas con una situación personal o profesional compleja. Esto hace que consideren más complicado afrontar los retos que la vuelta a la rutina implica.
¿Qué síntomas tiene?
Generalmente, el síndrome postvacacional muestra los siguientes síntomas:
- Apatía
- Bajo estado de ánimo
- Decaimiento
- Ansiedad
- Falta de energía
- Dificultad para conciliar el sueño
Estos síntomas no suelen durar más de 2 o 3 semanas.
¿Cómo se combate?
Lo más recomendable para evitar problemas al volver al trabajo es intentar adaptarnos. No es recomendable volver de vacaciones el último día. Es preferible dejarse unos días previos de adaptación.
También es recomendable readaptar nuestros horarios y actividades. Podemos ir retomando la rutina diaria poco a poco. Así, la vuelta al trabajo se nos hará menos cuesta arriba.
Otro aspecto importante es aprovechar el tiempo de ocio que nos deja la vuelta al trabajo. Así que al salir de la oficina, es recomendable realizar alguna actividad. Pensemos que, aunque las vacaciones se hayan acabado para casi todos, aún queda verano por delante. Las buenas temperaturas todavía nos acompañarán unas cuantas semanas más. Así que plantearnos realizar actividades al aire libre puede ser una gran idea. Reuniones en nuestro jardín con familia y amigos, aprovechando esa carpa plegable profesional que compramos para el principio del verano. Cenas en la playa. Paseos a última hora del día. Realizar deporte al aire libre.
En cualquier caso, pensad que casi todos estamos un poco apáticos al volver a la rutina. Así que la mejor recomendación es tomárselo con calma. Rápidamente volveremos a coger el ritmo del día a día y todo volverá a la normalidad.