Las carpas plegables de colores son nuestro producto estrella. El tener un amplio catálogo nos permite cumplir con muchas de las necesidades de nuestros clientes. Obviamente, esto no sucede siempre. Hay ocasiones en que nos solicitan colores que no tenemos en nuestro portfolio. Lo mismo sucede si necesitas un tipo de color específico dentro de una gama cromática. Es decir, si necesitas un tipo de rojo concreto, puede que nuestra carpa plegable roja no encaje en lo que buscas. Y nos encontramos con el mismo problema si, por ejemplo,buscas el color Pantone 2020. Para los que no lo sepáis, el color del año 2020 para esta prestigiosa marca es el azul clásico. Es cierto que nuestra carpa plegable azul no tiene exactamente ese tono. Pero también es cierto que los colores cambian en función del soporte en el que se visualicen. No es lo mismo ver un color en una pantalla de ordenador que en una tela. Lo mismo sucede con un techo para carpa plegable. Al estar fabricado en poliéster recubierto de PVC, la luz puede afectar a como se vea la tonalidad de la lona en un momento concreto. A más luz, puede dar la sensación de ser más brillante.
Carpas plegables de colores
Con esto no queremos decir que no puedas tener una lona con el color exacto de tu marca. Probablemente haya fabricantes que puedan fabricar tu lona a medida. El problema puede venir con el coste asociado. Porque muchas veces no suele compensar el tener una carpa plegable del color exacto de tu marca frente al coste de fabricarla. Generalmente suele compensar más elegir entre carpas plegables de colores más estándar. Lógicamente, siempre buscando utilizar el tono más cercano y adecuado a nuestra imagen corporativa. Una vez tengamos elegido el color, podemos pasar a convertir nuestra carpa en una carpa plegable personalizada. Porque rotular una carpa plegable es, para nosotros, la mejor opción para tener una carpa plegable corporativa. El conjunto será vistoso y llamativo. Y seamos sinceros y realistas. Salvo que tengamos el ojo muy entrenado, muchas veces no captamos las diferencias entre diferentes tonos de un mismo color. O aunque las apreciemos, el carácter y esencia de la marca se mantiene, siempre que nos ciñamos a una gama cromática concreta. Nadie entendería una carpa plegable de Telefónica de otro color que no fuera azul. O una carpa plegable de Vodafone que no fuera roja. Pero realmente, ¿alguien va a darse cuenta si el color azul de la carpa no es exactamente el del Telefónica? Salvo que sea algún tono «extraño», como el azul esmeralda, si el tono es similar, el mensaje y la imagen corporativa llegarán perfectamente a nuestros clientes potenciales.